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Identidad y Comunidad

Quienes somos

“Identidad y Comunidad” es un espacio de reflexión política. Su intención es provocar el debate de ideas, tanto en el hombre de la calle como en los círculos intelectuales, los cuales, salvo pequeñas escepciones, se encuentran en un estado de quietismo absoluto por miedo a desviarse de los dogmas "políticamente correctos”.
Por lo tanto aclaramos que este espacio no es un grupo político. No busca atraer a las masas ni aspira a llegar al poder.
Identidad y Comunidad no apoya ninguna ideología en particular y menos aún partido político alguno. Aquí se podrán encontrar textos de todas partes del mundo y de las corrientes ideológicas más diversas. Creemos que ceñirse a una ideología es atarse a una estructura cerrada, dogmática, que dificulta el libre pensamiento, si bien de todas las ideologías existentes se puede sacar algo bueno. Nosotros preferimos basarnos en valores y principios generales que nos ayuden a interpretar el mundo sin imponernos esquematismos o soluciones simplistas.
Nuestros prinicipios básicos son:
- Identidad: El tema de la identidad surge de la pregunta ¿quiénes somos?, o ¿de dónde venimos?
El ser humano no nace de la nada, por generación espontánea, sino que tiene una historia detrás. Recibe una herencia (biológica, cultural, étnica, nacional) que junto con el medio ambiente van formando su personalidad. Cada persona se podrá sentir más identificado con uno u otro aspecto de lo que ha heredado pero no se puede negar la existencia de ninguna de ellos.
Justamente, hacer que perdamos la noción de identidad colectiva, es una de las formas que tiene el sistema de desunirnos y hacer de nosotros una masa de simples consumidores intercambiables e indiferenciados.
- Comunitarismo: El hombre es un ser social, o como dijo Aristóteles un “animal político”, lo cual resalta mejor el sentido de dignidad humana diferenciándonos del animal gregario, de colmena o de hormiguero.
Por lo tanto, como animal social o político no puede desinteresarse del bienestar y destino de su comunidad. La vida egoísta es antinatural, además de suicida. Es de la comunidad que recibimos todo los que sabemos y es en la comunidad donde nos hacemos verdaderamente personas. Por consiguiente, es lógico y justo que devolvamos a los miembros de la comunidad lo que ella nos dio. Por eso consideramos fundamental el trabajo, la solidaridad y el interés por la vida política, no en el sentido partidario sino en el sentido de preocuparse por los temas que son asunto de todos.
Como comunitaristas reconocemos la importancia de comunidades más pequeñas que las naciones o los estados, como la familia, los sindicatos, los poblados pequeños, los clubes barriales, las asociaciones deportivas, ámbitos en donde se desarrolla efectivamente la vida de la comunidad. Son los integrantes estos cuerpos intermedios, los que deben orientar la vida política de la comunidad, dejando al Estado sólo los temas más técnicos. Esto se resume en el principio de subsidiariedad, o sea "que las decisiones políticas en todo lo posible deben ser adoptadas por las personas e instituciones que están mas cerca de los problemas, y en los asuntos que requieran otro nivel de decisión, deben ser consultadas y tomadas en cuenta." Por lo tanto, la opción comunitarista implica un reconocimiento de la dignidad del ser humano, que se traduce en su derecho a la participación, o sea, la verdadera democracia. Este respeto a la dignidad de la persona nos recuerda otro principio fundamental: que el deber con nuestra comunidad no nos habilita a hacer cualquier cosa o a creer que cualquier medio es justificable para conseguir su bienestar. La dignidad del hombre, su Honor, está por encima de la comunidad, así como el respeto a la dignidad de los otros aunque sean nuestros adversarios.

En resumen, nuestra labor tiene los siguientes objetivos:
- la preservación de las identidades de los pueblos
- el lograr una sociedad justa, solidaria y participativa, realmente democrática

Debido a todo esto, nos manifestamos en contra de:
- el individualismo y el colectivismo
- el autoritarismo y el totalitarismo
- la globalización y su sueño de un mundo culturalmente homogéneo y dominado por el capital

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